Ampliación del Museo del Prado
Como pueden ver, tenemos el auditorio en obras todavía, pero pueden ir pasando. Adelante, tomen asiento. Hoy les vamos a hablar de este sitio.
Se ha abierto al público la nueva ampliación del Museo del Prado, diseñada por Rafael Moneo. Por el momento, está casi vacío, por lo que resulta interesante verlo así.
El diseño es bastante curioso, vanguardista, pero no demasiado. Destacan las puertas interiores y acabados de bronce, los techos de algún material que no conseguimos averiguar (puede que bronce también) y lo práctico del diseño. También son muy dignas de reseñar las puertas de salida. Unas impresionantes moles metálicas que parecen fluctuar entre el cambio constante y la firme permanencia (no, ahora en serio, son bonitas).
Parte del edificio comparte espacio con el claustro de la iglesia de los Jerónimos, con el que se fusiona en un apasionado abrazo (vale, ya paro) que a su vez le sirve de tragaluz al resto del edificio, como se puede ver más o menos a continuación.
Para mejorar la visita, hay una serie de guías, estudiantes de último año de arquitectura, que explican y resuelven las dudas de los visitantes. Los acabados son, en palabras de uno de ellos "perfectos". A partir de ese momento, empezamos a mirar con malévolos ojos de crítica
y a decir:
-Allí se les ha salido un poco de masilla.
-Esa puerta está descolgada.
-Este cristal no está bien sujeto, sobresale la silicona.
Pero lo más flagrante fue en el baño. Juzguen ustedes mismos: